lunes, 22 de abril de 2013

Medicina insólita


A Cristo le han dado el alta, echaré de menos a ése bendito loco y su nueva faceta de filósofo agnóstico. Todo gracias a la nueva medicación, hace unos meses estaba convencido de que era Dios. Yo también la tomo, mi trastorno obsesivo compulsivo no ha desaparecido, pero ha mutado en una insana obsesión por fumar en pipa y los enigmas. Por eso estoy aquí, agazapado entre los archivos del buen doctor, indagando.

La medicación de Cristo; cincuenta miligramos diarios de literatura de Nietzsche en cenizas, formato aspirina. La mía; quinientos miligramos de Arthur Conan Doyle. Elemental…

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