-Podrías ir, de eso no cabe duda,
pero ¿acaso sabes qué te espera en tan lejanos e inciertos horizontes? Lo más
probable es que decepciones y desengaños. ¡Si ni siquiera hablas inglés por
favor! Piensa lo bien que estás ahora mismo, la garantía de un mañana
programado por otros mejores que tú. -
-Realmente eres irremplazable, no
tienes motivos para preocuparte por el porvenir. ¿Quién como tú podría realizar
de manera tan impecable de operario de cadena de montaje? Además llevas tanto
tiempo haciendo lo mismo que lo más probable es que no sepas y no puedas hacer
otra cosa. ¿Quién te ha llenado la cabeza con éstos disparates? ¿Lo leíste en
algún libro de autoayuda de esos que están de moda últimamente? O quizá fue ése
amigo tuyo que…-
-¡Oye, te estoy hablando! ¡No te
vayas! ¡No me dejes aquí! ¡Eres un desagradecido!, ¿cuántos pesares te habré ahorrado?, ¿cuántas decepciones y
fracasos? No importa, vete. ¡Allá donde vayas te encontraré!-
Y dejó a su miedo gritando al
otro lado del detector de metales del aeropuerto.